El origen de este ritmo popular, que en la actualidad tiene gran incidencia en el gusto musical de los dominicanos, se ubica a comienzo de los años 20 delsiglo XX. El término bachata era otorgado a un tipo de reunión social, emparentada con la jarana de la época, definido por la presencia de varios géneros de música y baile populares. Etimológicamente, la palabra bachata es sinónimo de fiesta, distracción, juerga, holgorio, parranda, según Fernando Ortiz.
La bachata constituía una forma de recreación popular: una fiesta que se realizaba en cualquier patio, bajo la sombra de un árbol callejero, o en una esquina cualquiera, y cuyo antecedente podría establecerse que fue el fandango, del cual refiere Veloz Maggiolo que: "Casi todos los cronistas que tocan este tema lo refieren a una festividad abierta y no a una música".
Las dos menciones más antiguas, acerca de la bachata, encontradas en documentos datan de 1922 y 1927. La primera la contiene un informe que se refiere al hombre común del poblado de Sabaneta, en la Línea Noroeste, donde se habla de vicios y apetitos mal contenidos.
La segunda mención en la que aparecía este ritmo, definía la bachata como animados jolgorios en los que "el trovador popular se hacía rey y comentarista de todo suceso empleando para ello el repentizado bolero.
Origen Social
Por su origen social y temático, desde un principio aparecieron sectores aficionados a la bachata, casos de las trabajadoras domésticas, guardias, campesinos y peones, entre otros. Puede señalarse que en estos grupos sociales, la música es síntesis de cientos de años de vivencias en la
marginalidad.
En relación con ellos fue que surgieron distintas denominaciones para la bachata, con sentido peyorativo, tales como "música de guardia", "canciones de amargue", o "discos de vellonera". A todas estas manifestaciones se les consideraba "bajas" por su origen social plebes, inmorales, indecentes, impuras, pecaminosas.
A partir de los años treinta, el tipo de celebración que era la bachata se extiende hasta los bares, casas de cita, y lugares similares. En Santiago de los Caballeros era famoso el llamado Callejón de la Alegría, donde por primera vez se usó el saxofón en el Caribe a comienzos del siglo XX en el conjunto denominado Perico Ripiao - que ejecuta el merengue típico dominicano-, y por donde, también, ingresó a la República Dominicana el son cubano alrededor de 1930.
Bachata y baile
El artista dominicano, Juan Luis Guerra reconoce en la bachata "un bolero antillano", otros observan también la influencia de la guaracha y del son, en los años ochenta se puso en evidencia la existencia de dos vertientes rítmicas de la bachata, una pausada y otra acelerada. Existe la hipótesis de que los primeros bachateros crearon una forma propia y acelerada de bolero, con letras similares a la de este y una manera gangosa de cantar, con una voz de resonancias nasales, y con giros de desgarramiento, dolor y amargura, de ahí el sobrenombre de "música de amargue" que se le endilgó durante mucho tiempo.
A estas formas de canto y música se le agregó un cambio en coreografía del baile, incluyendo un elevamiento de los pies al concluir cada ciclo de los movimientos del baile, con lo cual quedó conformado el género como un ente musical y danzario autónomo, en los años sesenta del siglo XX.
Bachata urbana
A la caída de Trujillo, la afición por la guaracha era tal que pronto esa influencia encontró una expresión masiva en la radio, en aquél entonces, Radio Guarachita se convirtió en la emisora especializada en esa música, cuyo nombre salió de la inclinación popular hacia ese ritmo.
El nombre de Guaracha y el de Música de Amargue, durante mucho tiempo se disputaron la denominación del nuevo género, aunque en los tiempos recientes el nombre de bachata se ha hecho indisputable. El paso final hacia la constitución de la bachata como especie musical autónoma resulta difícil establecerlo con precisión debido a que su evolución fue espontánea y anónima, al ser revisados los planteamientos de los conocedores de este tema. De manera tentativa se expone que el paso definitivo de la bachata se produjo en el ámbito urbano, contrario a la idea de que su origen es rural.
Dicho en otras palabras, aunque el término bachata designaba en sus orígenes una actividad de preeminencia rural, el género musical bachata, que resultó de la evolución de aquélla, es de origen urbano, producto de un movimiento de traslación que convirtió a las ciudades en el epicentro de actividad. Los datos indican que ese paso se produjo entre 1950 y 1965.
En los años treinta, en Santiago de los Caballeros, de donde fue mencionado El Callejón de la Alegría, se conocieron como músicos "bachateros" a Ramón Wagner ("Mon La Bruja"), y al "Conjunto de la Mulatería", donde tocaban Jim Sánchez y Morito Sánchez, entre otros.
En esos años alcanzaron popularidad en el país lo grupos cubanos como Los Compadres, el Sexteto Habanero y el Trío Matamoros, el cual se encontraba en Santo Domingo en agosto de 1930, y en donde pasaron el ciclón San Zenón, el cual dio origen al tema El Ciclón.
Las transformaciones parece que ocurrieron a partir de entonces, y antes de la guerra patriótica de 1965, como síntesis de varias confluencias.
Historia más reciente de la bachata: En 1989 el músico Dominicano Juan Luis Guerra produjo el álbum Bachata Rosa, alcanzando récords de ventas en el país y en el ámbito internacional. Este álbum contribuyó a explotar el ritmo a nivel mundial. La bachata ahora goza de popularidad en plazas como Alemania, España, Holanda, México, Estados Unidos, y muchos más países.
José Manuel Calderón es considerado por muchos como el fundador o papa de los bachateros de una época, porque fue el primero y también el más popular en su tiempo.
La música de Calderón fue popular no solo por sus letras si no también por su voz y por el sentimiento que transmitía en sus canciones. Calderón acumuló muchos éxitos en su carrera tales como "serpiente humana", "luna", "sálvame" y otros más. En su época también se destaco Rafael Encarnación que con su voz aguda y diferente cautivo a los amantes de este ritmo, pero su carrera fue acortada por su fallecimiento en un accidente de transito, durando más o menos dos
años en el medio artístico.
Otro gran exponente que debe ser mencionado es Luis Segura, mejor conocido como "el añoñaito" por su estilo propio al cantar, quien empezó su carrera poco después del fallecimiento de Encarnación en el 1964. Segura es el bachatero que más años ha durado vigente en el medio artístico. Luis Segura, se podría considerar como el bachatero representativo de una época, porque con su éxito "pena por ti" a principio de los años 80 abrió otra página en la historia de este ritmo. Esa canción aumentó la popularidad de la bachata que estaba en decadencia durante esos años, después de ese hit a la gente ya no le daba vergüenza que lo vieran escuchando bachata como en las décadas pasadas. La nueva generación de este ritmo cuenta con intérpretes de mucha calidad interpretativa y gran calidad componiendo canciones, tal es el caso de
Anthony Santos, Raulin Rodríguez, Teodoro Reyes y Joe Veras, entre otros muchos más artistas de este género.
Además hay que destacar a intérpretes como Frank Reyes, Luis Vargas, Monchy y Alexandra, Zacarías Ferreira, y Alex Bueno. En los últimos años también ha obtenido un gran éxito a nivel nacional e internacional la agrupación bachatera radicada en Estados Unidos, Aventura.
jueves, 20 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
CONOCE AL SON CUBANO
En la región oriental de la Isla está el origen del Son cubano esencialmente en Santiago de Cuba y la serranía. Algunos estudiosos también mencionan a la provincia de Guantánamo relacionándolo con las fiestas del Changüí que allí se celebraban desde tiempos remotos.
El Son como género musical surge a finales del siglo XIX como parte de la formación de la nacionalidad cubana.
El Son comenzó a hacerse popular en las fiestas del Carnaval de Santiago de Cuba aproximadamente por el año 1892. Era interpretado por Nené Manfugás, un músico que ejecutaba un instrumento rústico de tres cuerdas doble y una caja de madera llamado Tres. Este instrumento se convirtió rápidamente en el símbolo del Son hasta nuestros días.
Inicialmente la estructura musical del Son se basaba en la repetición constante de un estribillo de cuatro compases o menos cantado a coro, el cual era conocido como el Montuno que iba recibiendo la improvisación armónica de un cantante solista, que por lo general contrastaba con este estribillo.
Por su gran aceptación popular el Son no demoró en asentarse en los centros urbanos y es cuando adquirió el elemento estructural de la música europea, la inclusión de una sección cerrada, que se ubicó al inicio del canto y fue seguida por el estribillo o Montuno. El tema se centralizó en la primera parte del Son, esto enmarcó la improvisación o Montuno a repeticiones del tema con algunas variantes sobre este.
Sus instrumentos originales fueron: el tres y la guitarra, el bongó que aportó la concepción de la interpretación politímbrica de sus múltiples formas de ejecución, las maracas, las claves ("Sin clave no hay Son") y, finalmente, la marímbula y la botija que fueron sustituidas por el contrabajo al instalarse en los predios urbanos. Entre los instrumentos de percusión africanos y los de cuerda españoles se da un sincretismo musical en el Son; así como también en el aspecto vocal entre la décima española y el canto antifonal entre coro y solista de origen africano.
A principios del siglo XX, en el año 1909 ya el Son se propaga por todo el territorio nacional a través de los que emigraban de su lugar de origen hacia otras regiones, incluyendo la capital.
Inicialmente eran cuartetos de Son provenientes de las zonas rurales y dominaban el marco musical de la ciudad: pero en la década del 20, se transformaron en sextetos.
Por ejemplo, El sexteto Habanero fundado en el 1920 tuvo su antecedente en el cuarteto Oriental; y en 1927, con la adición de una trompeta, este se convirtió en septeto aunque seguían llamándole sexteto Habanero. Es así como se originó y definió este formato instrumental sonero, característico de los medios urbanos y de gran influencia en el resto del Caribe desde la década del treinta. Vale destacar, entre ellos, al Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro.
El Son era uno de los bailes de las clases pobres, rechazado duramente por las clases acomodadas, incluso prohibido por el gobierno que lo consideraba inmoral. Al entrar en los salones de baile de La Habana y otras ciudades importantes, al disfrutar de una gran difusión discográfica y gracias al trabajo musical de las agrupaciones pasó del solar a la conciencia del pueblo cubano y de ahí al mundo. A partir de los años 20 el Son llegó a superar al Danzón en el gusto popular.
La década del 30 representa el período de internacionalización del Son gracias, principalmente, a las presentaciones de la orquesta de Don Azpiazu con su cantante Antonio Machín en los Estados Unidos (1930) y Europa (1931). La orquesta de Azpiazu convirtió al Son Pregón de Moisés Simón "El Manicero" en un éxito mundial. Por otra parte el septeto Nacional de Piñeiro se presentó en la Feria Mundial de Chicago en 1933 y logró un triunfo arrollador.
En el 1940 surgen los Conjunto cuando Arsenio Rodríguez amplió el formato del septeto añadiéndole dos trompetas, la tumbadora y el piano. La guitarra se dejó de utilizar en los Conjuntos y el tres quedó como el instrumento emblema. En el conjunto de Arsenio el tres se ejecutaba en un estilo distinto a los otros formatos musicales del Son, el piano elaboraba tumbaos de gran vitalidad y la trompeta desarrollaba improvisaciones bien cubanas partiendo del swing americano. Con esta perspectiva musical el Conjunto de Arsenio y las otras agrupaciones que siguieron su pauta crearon una nueva sonoridad para el Son.
Otros Conjuntos que en la década del 40 se destacaron en la interpretación del Son por su calidad fueron: La Sonora Matancera como conjunto acompañante de grandes figuras del canto caribeño y el Conjunto Casino por su exquisita sonoridad e inigualable sabor interpretativo.
Benny Moré, en la década de los 50, creó una escuela aparte en la interpretación del Son, él en si mismo acompañado por su banda gigante (La Tribu, como les llamaba) era un estilo sin competencia, un fuera de serie en la música popular de todo el Caribe.
El son tiene una gran variedad de formas, entre ellas: el son montuno, el changüí, el son habanero, el son pregón y el sucu sucu entre otros.
A fines de los 60 y principio de los 70 los Van Van irrumpen con el Songo al mezclar el Son con la música electrónica del Beat. Juan Formell incorporó en la Charanga los trap drums, el bajo eléctrico, amplificó los violines a la vez que estos tenían un énfasis rítmico, los cantantes interpretan a tres voces y finalmente introdujo los trombones de las Charangas cubanas.
El Son es, sin duda, el género musical cubano que más ha influenciado en la Salsa; tanto en el formato instrumental, como en la estructura musical de esta hasta llegar a confundirse como un mismo fenómeno.
El Son como género musical surge a finales del siglo XIX como parte de la formación de la nacionalidad cubana.
El Son comenzó a hacerse popular en las fiestas del Carnaval de Santiago de Cuba aproximadamente por el año 1892. Era interpretado por Nené Manfugás, un músico que ejecutaba un instrumento rústico de tres cuerdas doble y una caja de madera llamado Tres. Este instrumento se convirtió rápidamente en el símbolo del Son hasta nuestros días.
Inicialmente la estructura musical del Son se basaba en la repetición constante de un estribillo de cuatro compases o menos cantado a coro, el cual era conocido como el Montuno que iba recibiendo la improvisación armónica de un cantante solista, que por lo general contrastaba con este estribillo.
Por su gran aceptación popular el Son no demoró en asentarse en los centros urbanos y es cuando adquirió el elemento estructural de la música europea, la inclusión de una sección cerrada, que se ubicó al inicio del canto y fue seguida por el estribillo o Montuno. El tema se centralizó en la primera parte del Son, esto enmarcó la improvisación o Montuno a repeticiones del tema con algunas variantes sobre este.
Sus instrumentos originales fueron: el tres y la guitarra, el bongó que aportó la concepción de la interpretación politímbrica de sus múltiples formas de ejecución, las maracas, las claves ("Sin clave no hay Son") y, finalmente, la marímbula y la botija que fueron sustituidas por el contrabajo al instalarse en los predios urbanos. Entre los instrumentos de percusión africanos y los de cuerda españoles se da un sincretismo musical en el Son; así como también en el aspecto vocal entre la décima española y el canto antifonal entre coro y solista de origen africano.
A principios del siglo XX, en el año 1909 ya el Son se propaga por todo el territorio nacional a través de los que emigraban de su lugar de origen hacia otras regiones, incluyendo la capital.
Inicialmente eran cuartetos de Son provenientes de las zonas rurales y dominaban el marco musical de la ciudad: pero en la década del 20, se transformaron en sextetos.
Por ejemplo, El sexteto Habanero fundado en el 1920 tuvo su antecedente en el cuarteto Oriental; y en 1927, con la adición de una trompeta, este se convirtió en septeto aunque seguían llamándole sexteto Habanero. Es así como se originó y definió este formato instrumental sonero, característico de los medios urbanos y de gran influencia en el resto del Caribe desde la década del treinta. Vale destacar, entre ellos, al Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro.
El Son era uno de los bailes de las clases pobres, rechazado duramente por las clases acomodadas, incluso prohibido por el gobierno que lo consideraba inmoral. Al entrar en los salones de baile de La Habana y otras ciudades importantes, al disfrutar de una gran difusión discográfica y gracias al trabajo musical de las agrupaciones pasó del solar a la conciencia del pueblo cubano y de ahí al mundo. A partir de los años 20 el Son llegó a superar al Danzón en el gusto popular.
La década del 30 representa el período de internacionalización del Son gracias, principalmente, a las presentaciones de la orquesta de Don Azpiazu con su cantante Antonio Machín en los Estados Unidos (1930) y Europa (1931). La orquesta de Azpiazu convirtió al Son Pregón de Moisés Simón "El Manicero" en un éxito mundial. Por otra parte el septeto Nacional de Piñeiro se presentó en la Feria Mundial de Chicago en 1933 y logró un triunfo arrollador.
En el 1940 surgen los Conjunto cuando Arsenio Rodríguez amplió el formato del septeto añadiéndole dos trompetas, la tumbadora y el piano. La guitarra se dejó de utilizar en los Conjuntos y el tres quedó como el instrumento emblema. En el conjunto de Arsenio el tres se ejecutaba en un estilo distinto a los otros formatos musicales del Son, el piano elaboraba tumbaos de gran vitalidad y la trompeta desarrollaba improvisaciones bien cubanas partiendo del swing americano. Con esta perspectiva musical el Conjunto de Arsenio y las otras agrupaciones que siguieron su pauta crearon una nueva sonoridad para el Son.
Otros Conjuntos que en la década del 40 se destacaron en la interpretación del Son por su calidad fueron: La Sonora Matancera como conjunto acompañante de grandes figuras del canto caribeño y el Conjunto Casino por su exquisita sonoridad e inigualable sabor interpretativo.
Benny Moré, en la década de los 50, creó una escuela aparte en la interpretación del Son, él en si mismo acompañado por su banda gigante (La Tribu, como les llamaba) era un estilo sin competencia, un fuera de serie en la música popular de todo el Caribe.
El son tiene una gran variedad de formas, entre ellas: el son montuno, el changüí, el son habanero, el son pregón y el sucu sucu entre otros.
A fines de los 60 y principio de los 70 los Van Van irrumpen con el Songo al mezclar el Son con la música electrónica del Beat. Juan Formell incorporó en la Charanga los trap drums, el bajo eléctrico, amplificó los violines a la vez que estos tenían un énfasis rítmico, los cantantes interpretan a tres voces y finalmente introdujo los trombones de las Charangas cubanas.
El Son es, sin duda, el género musical cubano que más ha influenciado en la Salsa; tanto en el formato instrumental, como en la estructura musical de esta hasta llegar a confundirse como un mismo fenómeno.
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