El telón se abre y desde la lejanía se empieza a oír el sonar de la clave. Ya el corazón deja su monótono compás y se une al 3 más 2 de ese sonido peculiar que tiene identidad propia y sangre africana. De a poco se unen como los orishas convocados por Eleguá (deidad de la religión yoruba), las congas, el bongó. el timbal, el piano, el bajo y los vientos. Y una voz que invita y anuncia a sentir, a oír y a emocionarse porque ha dado comienzo la función. Un tributo al genero musical caribeño y a la música en si misma, que en víspera del día de su santa patrona. Fue honrada por maestros.Los protagonistas de este prologo son los integrantes de
la Sonora d’irse salsa band, que el sábado 21 de noviembre realizaron un concierto en el centro cultural provincial. Esta increíble agrupación musical brindó un espectáculo digno del elogio y el aplauso interminable como el que recibieron por parte del público presente esa noche. Un espectáculo en el que la virtud de sus integrantes superó cualquier adversidad técnica. Un espectáculo que demostró no solo la versatilidad musical de cada uno de sus miembros sino que cada uno realizaron verdaderas cátedras con sus instrumentos. Un concierto de trombones y trompetas, guajiras y guaguancó, de mambo y jazz latino, de timbales y de cueros. Un concierto que dio tributo a la música caribeña pero que en definitiva somos, los amantes de este género particular quienes debemos rendir tributos a este excepcional grupo musical. A ustedes maestros:
Rubén Carughi (trombón & dirección),Marcelo Huser (trombón), Ariel Theuler (trompeta),Horacio Salazar (trompeta), José Piccioni (congas), Maxi Maglianese (bongo), José Luís Viggiano (timbales), Danilo Cernotto (piano), Pancho Torres (bajo), Ángel Ruiz Díaz (coros), Alejandro Valls (cantante & voz líder).Mis felicitaciones y muchas gracias por esta increíble función
Nota, fotos y video: Daniel Villarreal
El telón se abre y desde la lejanía se empieza a oír el sonar de la clave. Ya el corazón deja su monótono compás y se une al 3 más 2 de ese sonido peculiar que tiene identidad propia y sangre africana. De a poco se unen como los orishas convocados por Eleguá (deidad de la religión yoruba), las congas, el bongó. el timbal, el piano, el bajo y los vientos. Y una voz que invita y anuncia a sentir, a oír y a emocionarse porque ha dado comienzo la función. Un tributo al genero musical caribeño y a la música en si misma, que en víspera del día de su santa patrona. Fue honrada por maestros.
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